El pasado viernes 8 de noviembre, vivimos una jornada llena de emociones y reencuentros, al celebrar un encuentro dedicado a aquellos que, a lo largo de los años, han formado parte fundamental de nuestra comunidad educativa: antiguos profesores y personal de Xaloc.
La jornada comenzó con un emotivo discurso de bienvenida por parte del director, quien expresó su agradecimiento a cada uno de los asistentes por su dedicación y esfuerzo a lo largo de los años. Sus palabras, llenas de gratitud y reconocimiento, evocaron el trabajo conjunto que permitió construir la historia y la identidad de Xaloc, poniendo en valor el esfuerzo de quienes contribuyeron a dar forma a lo que somos hoy en día.
Tras el discurso, los asistentes recorrieron las instalaciones, observando las mejoras y transformaciones que evidencian el crecimiento del colegio frente a los desafíos actuales, sin apartarse de los valores que siempre nos han guiado. Fue un momento especial para comprobar cómo, a pesar de los cambios, el espíritu de la comunidad educativa permanece intacto.
La jornada continuó con un almuerzo en el que compartieron entrañables anécdotas y recuerdos de sus años de servicio en Xaloc. Al finalizar el evento, se entregó a cada asistente un obsequio como muestra de aprecio y reconocimiento, un detalle simbólico que refleja el sincero agradecimiento de la institución por la invaluable contribución de cada uno de ellos.
"Para mí, es el porqué de su existencia. Es la voluntad del fundador para dar servicio a los demás". Estas profundas palabras de Manolo Rosillo nos recuerdan la esencia misma de Xaloc. No somos únicamente un lugar de aprendizaje, sino un espacio que da servicio, que cultiva la solidaridad y que sigue la voluntad de su fundador, siempre en busca del bienestar de los demás. Esta filosofía es la que sigue guiando a nuestra comunidad educativa hoy en día.
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos que participaron en esta jornada tan memorable. Su dedicación y esfuerzo a lo largo de los años han dejado una huella imborrable que sigue viva en cada rincón de Xaloc, inspirando a las generaciones presentes y futuras.